Emilio Adolfo Westphalen
Emilio Adolfo
Westphalen (1911-2001) poeta y crítico peruano, quien, junto con Xavier Abril y
César Moro, formó el grupo surrealista que, en la década de 1930, renovó la
poesía nacional bajo la influencia dominante del movimiento fundado por
Nació en Lima y
estudió en el Colegio Alemán. En 1928 ingresó en la Facultad de Letras de la
Universidad de San Marcos de Lima, en la que permaneció hasta 1932. Sus dos
primeros libros poéticos (en los que se apoya gran parte de su prestigio)
aparecen en Lima: Las ínsulas extrañas (1933) y Abolición de la
suerte (1935); publicados en reducidas tiradas que no fueron reeditadas
durante mucho tiempo y se convirtieron en títulos legendarios, sobre todo
porque se vieron seguidos de un largo silencio editorial. En 1939, dirigió el
único número de la revista literaria surrelista El uso de la palabra,
que contó con la colaboración, entre otros, del ya citado César Moro. Dirigió,
en dos momentos totalmente distintos, las dos revistas culturales peruanas más
importantes después de Amauta de Mariátegui. La primera es Las
moradas (8 números entre 1947 y 1949); la segunda es Amaru (14
números entre 1967 y 1971). Entre ambas épocas, también estuvo a cargo de un
periodo de la Revista Nacional de Cultura (1964-1966).
En 1949 partió para
Nueva York. Allí permaneció hasta 1956, trabajando como traductor para la
Organización de las Naciones Unidas (ONU). Entre 1957 y 1963 vivió en Roma,
donde reanudó sus funciones de traductor, ahora al servicio de la Organización
de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Ya de
vuelta al Perú, fue profesor de Arte Precolombino de Perú y América en la
Universidad de San Marcos. Posteriormente prestó servicios diplomáticos en
Lisboa y México.
Sus dos primeros
libros tienen una cierta unidad, debido al modo hermético y visionario como se
generan sus imágenes y la raíz inconsciente que parecen compartir. El tono es
angustioso y místico, como el de quien desciende a los abismos más oscuros de
sí mismo buscando una respuesta que explique los misterios de la soledad, el
amor y la muerte. En ese mundo de sonidos apagados, los versos se ligan
precariamente por un sistema de asociación libre; esto y la atmósfera sombría
de la dicción poética subrayan la percepción surrealista del mundo que estos
libros presentan. Al influjo dominante de este estilo, se suman otros asociados
a la vanguardia, con los que Westphalen estaba bien familiarizado: Pound,
Eliot, Rilke, los Contemporáneos mexicanos (véase Literatura mexicana).
Después de un largo
paréntesis, volvió a publicar en ediciones limitadas que aparecieron en Lima y
México. Recopiló las dos fases de su producción en Bajo las zarpas de la
quimera. Poemas 1930-1988 (Madrid, 1991), obra que incluye sus dos primeros
libros más Arriba bajo el cielo (1982), Máximas y mínimas de
sapiencia pedestre (1982), Nueva serie (1984), Belleza de una espada
clavada en la lengua (1986) y Ha vuelto la diosa Ambarina (1988), un
homenaje al poeta Eguren. En 1999 publicó Falsos rituales y otras patrañas.
Es autor también de
varios ensayos de crítica literaria. Entre ellos, La poesía, los poemas, los
poetas (1995) y Escritos varios sobre arte y poesía (1996).
Fue galardonado con
el Premio Nacional de Cultura del Perú (1977) y con el Premio Miguel Hernández
(1998). Falleció el 18 de agosto de 2001 en Lima.
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